Análisis de la Imagen
La trompeta del arcángel Gabriel llama a los muertos PARA QUE DESPIERTEN de la oscuridad de sus sueños, ES LA HORA DE LA RESURRECCIÓN. La trompeta emite siete sonidos, estos hacen vibrar los siete centros de fuerza de quienes CREYÉNDOSE VIVOS, estaban muertos. Entonces quienes reciben la llamada del espíritu, COMPRENDEN, despiertan Y SE ILUMINAN, los oscuros ataúdes de la materia, la esclavitud del TIEMPO Y DEL ESPACIO, termina. Un niño sale de su tumba y eleva sus brazos al cielo. Es el recién nacido a la conciencia superior, es la SEMILLA DEL ESPÍRITU. La mente racional y la mente creadora, que consiguieron laboriosamente realizar el prodigio de hacer nacer de ellos AL NIÑO DE LA ETERNIDAD, resucitan también, y con ellos se elevan los reflejos VIVIENTES DE QUIENES CREÍAN SER, estos aparecen frente a ellos en sus mismas actitudes. Los ataúdes, (los mundos materiales) flotan en el océano inagotable de LA MENTE DIVINA, los mundos del NOMBRE Y DE LA FORMA, solo eran montañas heladas, QUE TARDE O TEMPRANO, se disolverán en el mar sin límites DE LA UNIDAD.